El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que la mejora
del empleo es "tan débil" que no asegura un cambio "irreversible de tendencia" y
que el número actual de desempleados sigue siendo "inasumible".
En un Pleno
extraordinario en el Congreso sobre empleo indicó que, aunque se está en las
menores cifras de destrucción de puestos de trabajo desde el inicio de la
crisis, el Ejecutivo valora los últimos datos de la Encuesta de Población Activa
(EPA) con la "máxima cautela".
Al respecto, destacó que por primera vez,
desde que comenzó la crisis, en el tercer trimestre de este año se ha reducido
el desempleo en 71.000 personas, lo que ha situado la tasa de paro en el 19,8%
de la población activa.
Por sectores, indicó que el de servicios, que emplea
al 73% de los ocupados, se encuentra "próximo a la estabilización", mientras que
la industria y la construcción han moderado "claramente" sus ritmos de
descenso.
Sin embargo, Zapatero resaltó que el Gobierno valora estas cifras
con la "máxima cautela", ya que no hay un cambio de "tendencia irreversible", y
con "preocupación", porque el número de parados no es asumible. También lo
hace "sin la menor actitud complaciente", dada la "magnitud" de la tarea de
"revertir" la pérdida de puestos de trabajo que ha traído la crisis, añadió
Zapatero.
En este sentido, indicó que el paro es el "peor rastro" que deja la
crisis, así como la expresión "más clara y tangible" de sus negativas
consecuencias, y que sólo la "perspectiva histórica" dará una imagen
"verdaderamente fiel" de las mismas. Como ejemplo citó el que en estos tres
años de crisis se han perdido dos millones de puestos de trabajo y la tasa de
paro ha aumentado en 12 puntos, desde el tercer trimestre de 2007, cuando fue
del 8%.
Respecto a la evolución de la economía, Zapatero estimó que la
recuperación continuará en el cuarto trimestre y que debería acelerarse en 2011,
con un crecimiento del PIB que alcance el 1,3%. Por ello, en su opinión la
recuperación va a ser "cierta y sostenida", pero aún es "lenta y también
incierta en su progresión".
En esta primera fase de recuperación sería "poco
sensato prever una creación de empleo que no fuese aún reducida", que sólo
supondrá una disminución "ligera" de la tasa de paro, advirtió.