EFE | El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió ayer
recuperar la industria del petróleo con un incremento de la producción y
una nueva refinería, el mismo día que se conmemora el 81 aniversario de
la expropiación petrolera.
"Vamos a recuperar la producción de
petróleo con 20 nuevos campos petroleros. Estamos dedicando presupuesto
suficiente para este propósito y vamos aumentar la producción y para
ello vamos a rehabilitar las seis refinerías" existentes, explicó López
Obrador en la ciudad de Tula, Hidalgo, donde se encuentra una de esas
plantas.
El objetivo es dejar de comprar gasolinas en el
extranjero y producir en México todo lo que se consume, afirmó el líder
del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partidario de la
autosuficiencia energética.Además de la
rehabilitación de las seis refinerías, el gobernante dio este lunes el
pistoletazo de salida a la licitación para la construcción de una nueva
refinería en el puerto petrolero de Dos Bocas, en el suroriental estado
de Tabasco.
El líder izquierdista recordó que no se construye una nueva refinería en México desde hace 40 años. "En
tres años queremos dejar de comprar gasolina en el extranjero y
producir en México todo lo que consumimos, esa es la nueva política",
añadió.
Recordó que México durante muchos años fue
autosuficiente en producción de petróleo, gasolina y productos
petroquímicos, pero se volvió dependiente en las últimas décadas.Aunque
no lo mencionó, López Obrador se refirió al expresidente Enrique Peña
Nieto (2012-2018), quien implementó la reforma energética que abrió el
sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio
estatal.
Esta reforma, afirmó, "no fue una buena decisión" porque aumentaron los precios de los combustibles. A
su plan para recuperar la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), a
la que sumó la energía eléctrica con el rescate de la Comisión Federal
de Electricidad (CFE), López Obrador dijo que los trabajadores tendrán
un papel preponderante.
"Todo esto lo vamos a llevar a
cabo con el apoyo de los trabajadores, de los obreros, los técnicos y
los ingenieros de Pemex", anunció. Ambas empresas son
importantes para el desarrollo del país ya que son estratégicas, dijo en
su discurso, en el que hizo constantes referencias a la historia de la
industria petrolera en México.
Al acto no asistió el
secretario general del sindicato de trabajadores de Pemex, Carlos Romero
Deschamps, quien lo dirige desde 1996 y trabaja en la empresa desde
1969, sobre el que planean numerosas acusaciones de corrupción.
Antes
de las palabras del presidente, la secretaria de Energía, Rocío Nahle,
señaló que la refinería de Dos Bocas, con un coste estimado de entre
6.000 y 8.000 millones de dólares, contará con una licitación por
"invitación restringida". Por ello, el Gobierno
mexicano giró invitaciones al consorcio de las firmas Bechtel (EE.UU.) y
de Techint (Italia); WorleyParsons (Australia) con Jacobs (EE.UU.), así
como la empresa estadounidense KBR y la francesa Technip.
Nahle
anticipó que la refinería tendrá una capacidad para procesar 340.000
barriles por día y explicó que el desarrollo de Dos Bocas contempla 17
plantas de procesos, plantas de energía eléctrica y servicios
auxiliares, enlace con terminal marítima, gasoductos, vía de
ferrocarril, obras hidráulicas y de saneamiento, entre otras.
En
el acto también habló el director general de Pemex, Octavio Romero,
quien estimó que la producción de petróleo aumentará hasta los 2,48
millones de barriles diarios para 2024 con mayor inversión en más
plataformas de producción, ductos, pozos marinos y terrestres. Pemex
padece desde hace muchos años un grave problema de endeudamiento, que
se suma a un alto coste del pasivo laboral y a un declive de la
producción.
Recientemente, el Ejecutivo anunció
medidas extraordinarias para la petrolera que, unidas al ahorro de
combustible no robado, suma 107.000 millones de pesos (unos 5.560
millones de dólares) a sus arcas.
La nacionalización
del petróleo en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) marcó
un momento histórico para México ya que el sector energético estaba en
buena medida a manos de empresas extranjeras. Durante
la gestión de Peña Nieto se rompió con el monopolio estatal de décadas, y
se aprobó una reforma que abrió el sector a nuevos contratos otorgados a
empresas extranjeras.
En su cruzada por recuperar a
Pemex desde que llegó al poder el 1 de diciembre, el presidente López
Obrador indicó que no se celebrarán, al menos por el momento, más
licitaciones de campos petroleros a empresas privadas. Además,
comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos que se realiza a
través de los ductos de la empresa estatal, delito que genera pérdidas
millonarias para la compañía.