El Banco Popular ha comunicado hoy oficialmente a los sindicatos que va a realizar un ajuste que afectará a entre 2.900 y 3.000 empleados y supondrá el cierre de unas 300 oficinas con el fin de elevar su rentabilidad con los actuales tipos de interés.
La entidad ha explicado hoy en una reunión con la representación sindical que estos ajustes se enmarcan en la era digital y que están pensados para optimizar la red de oficinas, por lo que se reducirá la plantilla en aquellas de menor rentabilidad por empleado y se limitarán los días de apertura en las localidades de menor tamaño. Efe