La decimotercera
edición del Informe de la Profesión Periodística, que edita anualmente la
Asociación de la Prensa de Madrid (APM), vuelve a ofrecer un retrato ajustado
de la situación del oficio. Entre los datos positivos, constata un nuevo
descenso, el cuarto consecutivo, en el número de periodistas en desempleo,
registrando una caída de 9,5%, hasta situarse en 7.137 profesionales. Sin
embargo, la cifra continúa siendo elevada, siendo un 57% superior a la
registrada antes de la crisis, según informó Luis Palacio, director del
Informe, en la presentación celebrada el 14 de diciembre en la sede de la APM.
La presidenta de la
APM, Victoria Prego, tildó dicho estudio de “extraordinaria utilidad” para
tener una “radiografía del estado de la profesión de nuestro país”. Además de
describir la realidad, dijo la presidenta, pone “de manifiesto los problemas y
las disfunciones que no se ven”.
La edición de 2017
trae como una de sus novedades el estudio de la presencia de las mujeres en el
oficio, un colectivo mayoritario, más de dos tercios, pero que disminuye su
presencia conforme nos acercamos a los puestos directivos de las empresas
informativas, lo que desprende, según el director del informe, que "en el
periodismo español "existe un cierto grado de discriminación hacia las
mujeres”. Así lo establecen todos los indicadores: "es superior el número
de paradas, son menos quienes trabajan con contrato y más las que lo hacen como
autónomos; es mayor el porcentaje de mujeres que reciben sueldos más
bajos", etc. Sin embargo, en el ámbito de la comunicación empresarial e
institucional se invierten las tornas, siendo mayoría las que ocupan puestos de
responsabilidad (52%), frente al 48%, hombres.
“Habitualmente se
achaca la falta de promoción a puestos directivos de las mujeres en el hecho de
que tienen más problemas que sus compañeros para conciliar puestos con más
responsabilidad y dedicación con la vida familiar”, sin embargo -advirtió
Palacio-, según los datos de la encuesta, “no parece que ese sea un gran
inconveniente, ya que solo un 28% de las mujeres manifiestan que alguna vez han
renunciado a una promoción por este motivo. En el caso de los hombres,
representa un 23%”. En opinión del director del Informe, la ausencia de mujeres
en puestos directivos puede deberse más a su ausencia, también, en el área de
gestión de los medios.
Dicha desigualdad
también se aprecia en las cifras de desempleo, siento el 64% del total de
parados mujeres y el 35% hombres. "La discriminación de la mujer en el
mundo del periodismo es un hecho, pero no hay que olvidar -recordó Palacio-,
que "se produce dentro de un proceso de deterioro profesional que ha
afectado tanto a mujeres como a hombres".
Una de las
consecuencias de este deterioro se refleja en el creciente número de
periodistas que trabajan en régimen de autónomos, que ya representa la cuarta
parte de quienes trabajan en periodismo y en comunicación. Uno de los aspectos
en los que la encuesta del Informe muestra diferencias sustanciales entre
autónomos y contratados es "en el de los medios donde prestan sus
servicios". Los periodistas autónomos están más presentes en medios
nativos digitales, revistas de papel y desarrollos digitales de los medios
convencionales, y los contratados están más asentados en televisión, diarios en
papel y radios, detalló Palacio.
El director del
Informe señaló de que “el trabajo como autónomo es, cada vez más, una situación
forzada por el mercado y menos una elección individual”, aumentando en cuatro
puntos porcentuales entre los periodistas y en tres puntos entre los
comunicadores. Las diferencias entre ambos profesionales también aparecen en
cuanto a las condiciones laborales, siendo algo mejores en el caso de los
periodistas dedicados a la comunicación empresarial e institucional.
Lo mismo sucede si
nos referimos a la retribución, que empeora para los periodistas, y mejora para
los comunicadores. A modo de ejemplo, “el porcentaje de periodistas autónomos que
cobra menos de 1.000 euros mensuales aumentó en casi diez puntos porcentuales
en el último año, y ya supera el 45%. Sin embargo, el porcentaje de comunicadores
se redujo hasta el 33%", detalló.
Además, el informe
también resalta que en ambos casos encontramos la figura de los falsos
autónomos, que en este momento representan menos del 20%.
Industria de
los medios de comunicación
A pesar del descenso
del desempleo, Luis Palacio señaló que "las perspectivas no son
halagüeñas" para la profesión, puesto que el ejercicio económico 2017
"no está siendo bueno y ya han comenzado a abrirse algunas negociaciones
para afrontar nuevos recortes, tanto de salarios como de plantillas".
Como se viene
repitiendo en años anteriores, el paro y la precariedad continua siendo, con
gran diferencia, el principal problema de la profesión, con un 45,9%. Le siguen
la mala retribución (16,1%), la falta de independencia (14,7%) y la falta de
rigor y neutralidad en la información (13,4%). Por lo que se refiere a las
consecuencias de la precariedad, Palacio comentó que ha aumentado en el último
año la opinión de que "el periodista se ha convertido en un mero
recopilador de informaciones, en vez de general información original.
La precariedad que
está sufriendo la profesión también está incidiendo en la credibilidad de los
profesionales y de los medios de comunicación. En la edición 2017, el Informe
destaca un suspenso en la independencia de los periodistas en su trabajo (4,4)
y un aprobado raspado en lo relativo a la confianza de los ciudadanos en la
información (5,5).
En este apartado, el
Informe recoge la valoración que hacen los propios periodistas sobre la imagen
que tienen los españoles sobre ellos mismos y su trabajo. El 75% de los
encuestados considera que la sociedad tiene una imagen negativa. Este hecho se
achaca, sobre todo -señaló Palacio-, "a la valoración que la población
hace de los medios y de sus vínculos políticos y económicos". Al
profundizar en las razones, destacan el sensacionalismo y hacer de la
información un espectáculo, seguidos de la falta de rigor y de calidad de la
información y de los intereses de los grupos.
Un año más, el
Informe también se refiere a las presiones que sufren los periodistas,
constatando el aumento de esta práctica y del número de quienes dicen que las
sufren a menudo. La principal causa, según Palacio, está en "los intereses
de los medios y de sus directivos y, en menor medida, los intereses económicos
y políticos”. Un año más, también se le preguntó por este asunto a los que
trabajan en el ámbito de la comunicación y "la situación no ha empeorado:
la mitad de los encuestados manifestó no haber ejercido nunca este tipo de
presiones”, subrayó.
Como en años
anteriores, el Informe de la Profesión Periodística 2017 se ha apoyado
fundamentalmente en una encuesta profesional realizada en colaboración con la
Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), la Federación de
Sindicatos de Periodistas (FeSP), el Sindicat de Periodistes de Catalunya
(SPC), y las secciones de prensa de UGT y CNT. En esta edición, han
respondido la encuesta 1.756 profesionales.
Informe anual de la profesión periodística 2017
El “Informe Anual de la Profesión Periodística”, que edita
la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) desde el año 2004, ofrece año a año
una foto fija del estado de la profesión periodística y sus tendencias, así
como los principales datos de la industria de los medios de comunicación en
España. En la edición de 2017, se ofrecen, como novedad, capítulos sobre los
autónomos, las mujeres periodistas y un análisis medios locales nativos
digitales nacidos al calor de la revolución tecnológica y la crisis económica.
Periodistas y comunicadores
autónomos: una situación incómoda
Las
encuestas realizadas para este informe profesional muestran que aproximadamente
la cuarta parte de los periodistas
que trabajan informando (25%) o haciendo comunicación empresarial o institucional (27,1%).
Resulta difícil saber si este dato refleja la realidad
porque se desconoce cuántos periodistas
hay en España: cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE)
proporciona datos, se refiere al epigrafe “Información y comunicación”, al
hablar de ramas de actividad, o al de “Escritores, periodistas, filólogos,
intérpretes y traductores”, al hacerlo de profesiones. En ambos casos se
incluyen especialidades que nada tienen que ver con el periodismo.
Es más que probable que el porcentaje de autónomos
trabajando en periodismo y comunicación sea superior a ese 25% citado, ya que
no puede soslayarse el hecho de que la encuesta se hace a profesionales
miembros de asociaciones de periodistas y afiliados a sindicatos y es razonable
suponer que una parte de los periodistas autónomos no se encuentran ni en unas
ni en otros.
En lo que
se refiere a la edad de los autónomos,
el mayor grupo se encuentra entre los que tienen de 30 a 44 años: 37% en el caso de los periodistas, y 42% en el caso de los comunicadores, si
bien es verdad que el porcentaje de los mayores de 44 años en ambas
especialidades es superior al de los que se encuentran por debajo de esa edad.
Si se considera el tiempo que hace que se dedican a trabajar
como autónomos, se observa que más de la mitad de los periodistas y algo menos
de los comunicadores autónomos tienen esta condición desde hace menos de cinco años.
Se puede
afirmar, con bastante certeza, que la crisis económica ha forzado a muchos
profesionales a trabajar como autónomos. Son mayoría quienes afirman que son autónomos forzados por las circunstancias
(79%), frente a quienes lo son por elección propia (21%). Más información en Facebook