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José Manuel López García
Punto de Vista

Hegel y lo absoluto

03-09-2018

Hegel quiso dar a la filosofía la forma de la ciencia. Aunque creó un idealismo absoluto que parece contradictorio con la misma, en el fondo no lo es.

El principio que establece como inicio de su filosofía el gran pensador alemán es el espíritu que lo enlaza y ordena sistemáticamente todo. Dios o lo absoluto no está separado del mundo o del hombre.

Como indica Colomer comentando la filosofía hegeliana «A través de su movimiento de reflexión sobre sí en contraposición dialéctica con lo otro, lo absoluto alcanza su verdadera identidad». Para Hegel lo infinito o Dios lo engloba todo dentro de sí. El planteamiento metafísico de Hegel se caracteriza por una interpretación o concepción de Dios que es inmanente al mundo y no trascendente respecto al mismo. Es lo que se denomina un panenteísmo ontológico.

Además, Hegel insiste en que lo absoluto se entiende que es a la vez sustancia y sujeto. No considera que lo absoluto sea una sustancia sólida y maciza tal como afirmaba Parménides en la antigüedad helénica. En Hegel razón, espíritu e idea son términos sinónimos.

Establece o formula una interpretación dialéctica de la realidad. Se puede decir que lo pretendido por la metafísica es alcanzar la verdad del lenguaje o expresado con las palabras de Hegel «Instaurar el modo único del proceso, la deducción de las estructuras, la necesidad pensada  y conocida de las determinaciones, tal es la tarea, tal es el asunto de la filosofía».

El mundo y el hombre son momentos de lo absoluto. Para Hegel realidad y razón coinciden. La realidad cambia por la contradicción de modo dialéctico  en un proceso circular.

En el idealismo absoluto de Hegel  se produce una especie de espiral porque la síntesis se convierte en una nueva tesis que será negada por una antítesis, etcétera. O como escribe Hegel: «Cada círculo singular, siendo en sí mismo una totalidad, rompe también los límites  de su elemento y funda una más amplia esfera: el Todo; de esta manerael Sistema de sus peculiares elementos constituye la Idea en su totalidad, la cual aparece además en cada uno de ellos».

Los aspectos más característicos del hegelianismo  pueden resumirse de modo muy general en tres. El primero supone estar de acuerdo en que todo lo racional es real y todo lo real es racional. El segundo en que el deber ser  y el ser coinciden. Y el tercero tener presente que la función de la filosofía, según Hegel, no es decir cómo debe ser el mundo  sino comprender la realidad y justificarla o ponerse en paz con ella. Se le puede considerar conservador por este planteamiento, pero no lo era, ya que estaba a favor de reformas políticas y algunos de sus escritos fueron revisados por la censura en  Prusia, aunque era el filósofo oficial prusiano en Berlín.

Realmente, las obras filosóficas de Hegel son extraordinarias por su profundidad y precisión. Son miles de páginas y leyéndolas se accede a su filosofía. 

Su Fenomenología del Espíritu es un tratado decisivo para entender el sistema hegeliano. En Ciencia de la Lógica elaborada con pasión se plasma un gran esfuerzo racional  y es una obra ontológica que trata  de lo que es la realidad.

La razón para Hegel existe concretamente y es algo real también y no simplemente abstracción e idealidad. En sus Lecciones sobre la Estética Hegel  muestra su filosofía del arte que es la denominación  más apropiada, ya que trata de la filosofía del arte bello.

En las Lecciones sobre la filosofía de la historia universal el pensador germano muestra una erudición asombrosa y explicita consideraciones sobre los mundos oriental, griego, romano y germánico. Desarrolla una visión racional de la historia universal y la idea de su realización junto con otras numerosas cuestiones.

Sus Escritos de juventud son también extraordinarios  y también su libro Diferencia de los sistemas de filosofía de Fichte y Schelling de 1801 en la que se mostró de acuerdo con la integración de lo objetivo y lo subjetivo en el idealismo que ya planteaba Schelling.

En 1817 se publicó una gran exposición  de su sistema filosófico que tituló Enciclopedia de las ciencias filosóficas en compendio. En 1821 Hegel publicó en Berlín sus Principios  de la filosofía del derecho o Derecho natural y ciencia política. Hegel se interesó también por los avances y descubrimientos de las ciencias a través  de sus abundantes lecturas. Ver vídeo
 

José Manuel López García


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