El Confidencial
radiolider Buscador de noticias buscar en google
Conchi Basilio
José Manuel López García
A mi manera

Perfidia

25-05-2018

En la vida, en múltiples ocasiones escuchamos palabras a las que no damos importancia y básicamente si no se la damos es por ignorancia o por falta de inquietud, es decir, por nuestras limitaciones.

Una de las palabras que más me han marcado personalmente es “perfidia”. En nuestras vidas, ninguno de nosotros ha podido eludir la perfidia, tarde o temprano nos persigue como si de la parca se tratase. Aunque inevitable, la perfidia es una enfermedad que tiene tratamiento y los mejores médicos especialistas suelen ser los buenos amigos y la familia.

Curiosa palabra perfidia, la habré escuchado mil veces, pero no pude darle contenido hasta que la escuché en una canción de mi querido Andrea Bocelli. Para quienes no conozcan su etimología está compuesta por “per”, que se traduce como transgredir o ir más allá; y por “fides” que significa fe o confianza. Por lo tanto, la perfidia viene a entenderse como un abuso de confianza o una traición.

Al igual que las palabras, sucede lo mismo con la historia – y de manera particular con las historias personales –. Al respecto hay un proverbio español que dignifica la naturaleza humana: “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Esto sucede debido a queel ser humano en múltiples ocasiones desatiende a la razón, únicamente siguiéndose por sus impulsos básicos, o lo que aún es más peligroso, por lo que le dicta el corazón.

De esta forma, no aprende de la experiencia, por lo que vuelve a equivocarse reiteradamente en situaciones análogas. La solución es aparentemente sencilla, y en cierto modo dual: seguir a larazón y a los padres.

Muchos de ustedes se extrañarán al leer “solución dual” pero un servidor la considera como tal debido a que, cuando uno mismo se encuentre en una situación en la cual peligra de recaer en su error, ha de tratar de seguirse por la razón, pero si ve que sus instintos básicos tratan dedominarlo, ha de recurrir a los padres, puesto que realmente ellos son quienes nos pueden recordar nuestros errores con mayor objetividad.

Cabe recordar que ante un peligro inminente a sus cachorros ellos también harán uso de sus instintos primarios de protección, ergo ahí la subjetividad entrará en juego, eso sí con fin de evitar un mal mayor. Sin embargo, cuando nosotros mismos caemos reiteradamente en el mismoerror puede considerarse como autodestrucción.

La perfidia y la historia en ocasiones van de la mano, por lo que en estos casos habrá que huir despavoridamente. Esto mismo podrán verlo en la vida cotidiana en situaciones como la violencia familiar, en los que las parejas maltratadas no dan el paso de salir del agujero pese a la presenciareiterada de la perfidia.

Por lo tanto, para evitar nuestra autodestrucción y la perfidia tenemos que vivir en manada. Ya imagino que con esto contradigo la teoría que he defendido reiteradamente de “ser un lobo solitario” pero como ya les he explicado en este artículo, es necesario evolucionar y sobrepasarnuestras limitaciones.

Todo ser humano, para poder guiarse de la razón ha de aceptar que no es perfecto y que comete errores. A fin de completarnos requerimos de amigos y de familia que nos recuerden el contenido de las palabras o de historias pasadas, aunque a veces duelan.

Por último les recomiendo que en caso de que su familia y amigos no sean suficientes para que usted siga a la razón, siempre puede escuchar de vez en cuando al maestro Bocelli, con el que aseguro crecerán emocionalmente.

Dedicado a Andrea, ¡gracias por instruirme! 

Manuel Freire-Garabal y Núñez


Ver otros artículos de este colaborador




www.galiciadiario.com no se hará responsable de los comentarios de los lectores. Nuestro editor los revisará para evitar insultos u opiniones ofensivas. Gracias




+ Comentadas

Videoteca