El Confidencial
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José Manuel López García
Mi rincón

Con premeditación y alevosia

23-03-2017

El tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea, ya ha sentenciado y condenado a la banca española a devolver todo el dinero cobrado de más por las famosas “cláusulas suelo”.

El fallo ha supuesto un jarro de agua fría para la banca española al contemplar que todo esto es con carácter retroactivo total, desde la firma del préstamo. Si el banco no devuelve el dinero por iniciativa propia, será necesario pleitear para que el Tribunal Supremo declare nulas las clausulas individuales.

El eterno problema es que los bancos son los protegidos y a quienes siempre hay que les inyectar dinero, mientras que los obreros somos los que sufrimos los abusos y engaños por parte de la banca en general; llevándonos en muchas ocasiones como el tema que estamos tratando, a volver a confiar en esa persona que te atiende siempre en el banco y que suele aconsejarte de como debes actuar, sin darte cuenta que te está llevando al terreno que ellos quieren, esa fue una situación ocurrida en mi ciudad con una entidad de origen catalán, que el comercial del banco te presentaba la situación de que los intereses de las hipotecas tenían tendencia a volver a subir, y que como buen cliente pagador te ofrecían solo a ti y otras nueve personas más, el firmar un acuerdo con el banco de que te rebajaban unos 20 € de la hipoteca y pagarías esa cuota fija hasta el final de la misma.

Todo esto ocurrió justo antes de que el Tribunal Superior de Justicia proclamase la sentencia, cosa que ellos ya veían venir, yo misma había reclamado en el banco sobre mi clausula suelo, pero en su momento la contestación fue que ellos no contemplaban esa situación.

Cuando presentaron el acuerdo para que se firmase, lo primero que decían, era que no podían esperar porque solo era para esas 10 personas elegidas por el banco y que había que decidirse ya, lo cual no te daban ni tan siquiera un pequeño margen para procesar toda la información que te estaban dando, y además sin leer la letra pequeña como siempre por los márgenes de tiempo tan limitados y sin dejarte llevar la información a casa para leerla con tranquilidad.

Pero algunos tribunales ya han comenzado también a declarar nulos este tipo de acuerdos. En estos casos se puede hacer todo en el mismo procedimiento: pedir la nulidad del acuerdo, pedir la nulidad de la cláusula suelo y pedir la devolución de las cantidades cobradas de más.

Aproximadamente en España hay unos tres millones de españoles que tienen contratadas hipotecas con cláusulas suelo. Estas estaban incluidas a tipo de interés variable, firmadas durante los años del boom en España e impedían a sus titulares beneficiarse de posibles rebajas por debajo del umbral predeterminado. El Tribunal Supremo declaró abusivas y nulas estas cláusulas, entendiendo que los consumidores no habían sido informados adecuadamente de sus implicaciones prácticas.

En general, los titulares de las hipotecas con cláusulas suelo, solo fueron conscientes de ello, cuando descubrieron que no podían beneficiarse de la fuerte caída de los tipos de interés registrada a partir del 2009, desde entonces el Euribor ha seguido bajando.

En las oficinas de este banco en particular tenían órdenes concretas de perseguir a los clientes con cláusulas suelo, pero no con un fin colaborativo para ofrecerles mejores condiciones, sino para evitar que los clientes demandaran al banco por ellas. Su principal objetivo era que los clientes firmaran un nuevo contrato renunciando a cualquier reclamación pasada y futura.

Si las clausulas suelo fueron un engaño, el contrato ofrecido posteriormente, es todavía peor. Además el contrato confirma que la entidad ha mentido a sus clientes, y al mundo económico en general. El banco no sólo queda en evidencia por su mala gestión de la comunicación, sino que también queda constancia de su trapicheo para engañar y manipular a clientes ya previamente engañados. Lo que está claro es que insistir doblemente en el engaño, como es evidente, con el contrato, no forma parte del código de buena conducta de un banco.

Como buen apunte tengo que mencionar que dicho banco en el año 2016 gano 710 millones de euros.

Lo que está muy claro es que los obreros somos los que siempre pagamos todos los platos rotos.

Conchi Basilio


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